Pestañas Pancha Silva

sábado, 13 de octubre de 2012

La casa que quería flores, de Saúl Schkolnik

Este libro me acompaña desde que tengo 8 años.
Me lo regaló mi mamá, y siempre lo llevo conmigo.
Va por mi velador; se queda mi escritorio; entra a mi bolso; 
se queda esperando en la entrada de mi casa o descansa un rato en el bolsillo de mi chaqueta. 
Siempre lo tengo a la vista y sé dónde está.

Por dentro es un libro simple y con pura poesía sin diamantes.
Admiro la magia de Saúl Schkolnik, desde hace tanto.
Las ilustraciones, de Alejandra Carrasco están todas pintadas por mi cuando era una niña.

Quién lo diría, solo mi mamá, ella.
Ella sabía que este libro era para mi y no lo iba a soltar nunca más.
Nunca más te voy a soltar.